Actriz, narradora y profesora de…
Entrevista con Mario Brunello (violonchelista)
Kremerata Báltica – orquesta de cámara
Entrevista con Mario Brunello, director y solista invitado para el concierto con la Kremerata Báltica:
¿Qué nos puede decir acerca del programa que interpretarán el sábado 5 de octubre en el Teatro Metropolitano?
Este programa es una oportunidad fantástica para mi de descubrir algunas piezas en torno a Beethoven, todos estamos a la expectativa de la celebración del próximo año alrededor del compositor más querido en el mundo. Es una gran oportunidad el tener el Cuarteto de Cuerdas Op. 135 en una versión orquestal con músicos tan fantásticos como los de la Kremerata, y el tener en torno a esta obra música como la de Govanni Sollima, él compuso esta pieza inspirado en pequeños bocetos originales de Beethoven, y Duport fue el violonchelista de Beethoven… así fue construido este programa, y con la alegría de tocarlo para las audiencias en Suramérica.
Músico de cámara, solista, director. ¿Cuál prefiere?
En este momento, mi vida es exactamente como era al principio y espero que continúe siendo así. Amo la música y quiero música todos los días y en todo lugar, así que si estoy en orquesta toco con orquesta, si tengo que transmitirle a la orquesta mis ideas trato de dirigir, si tengo mi chelo conmigo toco mi chelo, si camino en las montañas, llevo mi chelo y toco en las montañas… la música está en cada día y en cada parte de mi vida.
¿Cuáles son las características de la Kremerata Báltica?
La Kremerata es primero que todo una agrupación única de músicos. Luego tiene también por supuesto un nombre, es una orquesta, es una oportunidad fantástica de descubrir el repertorio que otras orquestas nunca tocaban, pero repito, primero que todo son grandes músicos y tienen una energía especial, cada concierto desde hace unos diez años he recibido una inspiración fantástica por parte de ellos.
¿Cómo fue su vida después de ganar el Concurso Tchaikovsky?
El día después de la competencia comencé a ser un chelista, en el sentido en que comencé a decidir qué quería hacer en mi vida con la música, y creo que aún lo hago. Por ejemplo, después de treinta años pienso que he tocado la mayor parte del repertorio para chelo, ahora necesito seguir adelante y decidí usar otro instrumento que es el chelo piccolo, una especie de violín grande, así que poco a poco empiezo a explorar el repertorio para violín, no todo el repertorio, pero si el Barroco y Contemporáneo, con este instrumento puedo ampliar mi vida musical.
Usted ha escrito varios libros, uno de ellos sobre el silencio, ¿cómo es la relación de los músicos con el silencio?
El silencio está relacionado con la música y con los músicos desde el nacimiento de la música en la antigüedad. Por supuesto la música comienza en el silencio y termina entre el silencio; pero entre las notas que tocamos también hay silencio. Así que, si entendemos y descubrimos ese silencio, entramos en un mundo tridimensional de la música, una música que ya no solo pasa frente a nosotros, sino en la cual podemos rodear cada nota en el silencio que cada una de ellas tiene a su alrededor.
Otro de sus libros fue escrito con el constitucionalista Gustavo Zagrebelsky, ¿Cómo surgió y sobre qué trata?
Gustavo Zagrebelsky es un constitucionalista muy famoso en Italia y es también un pianista aficionado. Compartimos una noche tocando sonatas de Beethoven, así que se me ocurrió preguntarle si él leía la partitura que tenia frente a él de la misma manera en que leería una ley, sin posibilidad de estar sujeta a la interpretación. Comenzamos a discutir el tema, fue una larga discusión y anotamos nuestras ideas haciendo un paralelo entre los libros legislativos y la música.
La interpretación siempre está presente en cada acción que realizamos, cada día, en nuestra casa, en la música, en la ley; es importante tener esta especie de libertad: la interpretación.
¿Cómo se siente al tocar el Cuarteto de Beethoven con la Orquesta?
Es un sueño tocar esta música con muchos músicos, se puede sentir que cada uno tiene una relación especial con Beethoven, y cuando sumas todas esas relaciones el poder de la música tiene otro peso, y puede ser tal vez más impresionante. Por supuesto la música de cámara es música de cámara y cuando la amplías se pierden ciertas cosas, pero también se ganan muchas otras.
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