Actriz, narradora y profesora de…
Entrevista con Paolo Cognolato
Director y clavicembalista de Interpreti Veneziani
¿Cuál es el mayor encanto que tiene la interpretación del repertorio barroco?
La búsqueda de un sonido “puro” es lo que da la mayor emoción. La música de Vivaldi es inmediata y a veces también violenta, sorprendiendo con sus cambios rápidos de ritmo, transformando constantemente el carácter de la música. El Adagio de Vivaldi, por otra parte, representa un “oasis de paz”, describe la laguna de Venecia, a veces a Venecia de noche… y es en esos momentos que el efecto de “pureza” sonora se vuelve más fuerte. Crear una simbiosis entre músicos y audiencia durante el Adagio es la mayor emoción. En esos momentos la audiencia se vuelve extremadamente silenciosa… ese es el momento más emocionante del concierto.
¿Cuáles son los elementos relacionados con la herencia y tradición musical italiana que tiene el ensamble en su interpretación?
La música italiana es música de temperamento. Los italianos, y en general todos los latinos tocamos con el corazón. Esto se puede observar en nuestra historia musical operática y también se puede notar en la música instrumental. La música está cambiando constantemente, hoy tocas de una manera, pero hace cincuenta años esas mismas piezas tenían una interpretación completamente diferente, sin embargo, los elementos del temperamento italiano siempre han estado presentes y pienso que siempre lo harán. Otro elemento que está probablemente dentro de nuestra tradición es la “creatividad”, esta es parte de nuestra herencia artística… no hay una única manera de tocar, hay piezas que pueden ser tocadas de forma diferente cada noche.
Las Cuatro Estaciones de Vivaldi es una de las piezas más famosas del repertorio clásico, ¿Cuál es el sentimiento especial que inspira en ustedes esa obra?¿Después de tocarla tantas veces, cambian con frecuencia la interpretación de la pieza?
Es imposible cansarse de escuchar las Cuatro Estaciones. Son cuatro conciertos que narran una historia, que narran escenas y en cada una de nuestras mentes estas escenas son siempre imaginadas de forma diferente, dando lugar a diferentes lugares y momentos. La sensación de la llegada de la Primavera, del tórrido calor del Verano, del sueño profundo y la caza en Otoño, y del frío que hace castañear nuestros dientes en el Invierno. Describir al tocar, en el escenario… representar la caída de un borracho (en Otoño) y la caída al resbalarse en el hielo (en el Invierno), es siempre una caída pero no la misma. Al igual que la descripción de la suave brisa de la Primavera, la falta de viento en el Verano y los vientos que se suman durante el final del Invierno. Se necesita creatividad y esta creatividad varía de solista a solista. Es muy difícil cansarse de tocar Las Cuatro Estaciones.
¿Qué significa para ustedes el ser un ensamble tan importante en Venecia, una ciudad con una historia musical tan rica?
Venecia hace parte de un grupo de ciudades alrededor del mundo consideradas “únicas” y “especiales”. Yo estoy enamorado de mi ciudad y el poder llevar a Venecia y parte de su historia alrededor del mundo me hace muy feliz. Para mí es un gran placer.
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